sábado, 12 de noviembre de 2011

Encima de puta, apaleá

Hay muchas personas en este mundo a las que no prestamos la atención suficiente, no valoramos su presencia e incluso a veces despreciamos únicamente por un simple hecho: son mujeres.

A lo largo de la historia las mujeres han sido infravaloradas, despreciadas, manipuladas y tratatas como un trozo de carne o como un robot de cocina andante, por fortuna esa tendencia está cambiando y cada vez formamos parte de este mundo en el que vivimos y nuestra voz se puede escuchar entre la multitud, aunque a veces somos nosotras mismas las que nos seguimos tachando de feministas y nos hacemos las víctimas; pero esta no es la línea de mi entrada así que me centraré en el tema en cuestión.

¿Quién de vosotras no ha pensado alguna vez que la vida sería más fácil siendo hombre? no me refiero a las facilidades sociales, si no a las personales que esto nos daría. Yo por ejemplo todo los meses cuando recibo la visita mensual de mi tia la roja lo deseo con todas mis fuerzas, sobre todo cuando tengo que quedarme metida en la cama porque el dolor es insoportable y no puedo ni comer porque todo lo que entra sale por el mismo lugar.

Las mujeres de por sí somos complicadas y no teniendo bastante con ello nos complicamos aún más la existencia: somos perfeccionistas pero nos conformamos con poca cosa, buscamos el príncipe azúl en cada hombre con el que nos cruzamos, queremos estar guapas y atractivas no para nosotras si no para los demás, invertimos nuestro tiempo y esfuerzo sin pedir nada a cambio, nos tragamos nuestro dolor y el ajeno para no preocupar a los demás, nos sacrificamos únicamente por amor a los demás e incluso dejamos de lado nuestros deseos y nuestros anhelos para que los demas vean satisfechos los suyos; se puede decir en pocas palabras que somos tontas, ¿quién en estos tiempos que corren da algo sin pedir nada a cambio? ¿quién te concede una segunda oportunidad? la respuesta es fácil: una mujer. Seguimos siendo las que damos sentido al refranero español "da la mano y te tomarán el brazo", "haz lo que yo digo y no lo que yo hago", "dar mucho, pedir poco", "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra" y el que más me gusta y creo que mejor nos representa: "encima de puta, apaleá", porque aunque nos hayan dado una somanta palos, nos hayan defradudado, nos hayan utilizado como un mero objeto o como una vía de escape e incluso nos hayan roto el corazón en mil pedazos, cogemos todas nuestras hojas marchitas y mustias, las amontonamos y comenzamos de nuevo una y otra vez sin importar las veces que nos hayamos caido ni el porqué.

Así es en esencia una mujer, una animal frágil que necesita atención y cariño de vez en cuando para poder empezar el día con una amplia sonrisa que ilumine su rostro, y que aunque sufra adversidades o decepciones se levantará y caminará. El mundo está lleno de segundas oportunidades, únicamente tienes que encontrar a la persona que se lo merezca y a una mujer que la quiera dar.

Me siento orgullosa de ser mujer, de ser tonta, puta y apaleá.

martes, 1 de noviembre de 2011

Érase una vez

Érase una vez en un país muy muy lejano vivía un/a jovencito/a. Vivía con su familia, en una casa humilde en la que nunca faltaba pan en la mesa gracias al duro trabajo de todos, ya que cada uno aportaba su granito. Toda la familia se sacrificaba y hacía un gran esfuerzo para que los jóvenes no tuvieran que correr la misma suerte que habían tenido sus padres, finalmente y con el paso de los años ese duro esfuerzo se vió recompensado: aquellos jóvenes inexpertos e ingenuos crecieron y se hicieron casi adultos, eran personas hechas y derechas llenas de ilusión y ganas de hacer cosas por si mismos.

Un buen día decidieron que ya era hora de dejar la casa familiar y empezar una nueva etapa en sus vidas por sus propios medios. Algunos ancianos ya les habían dicho que el mundo fuera de la villa era grande, oscuro, corrupto, una jungla en la que tenían que pelear por un pedazo y en la que estarían la mayoría del tiempo solos, tendrían que hacer frente a miles de hechos que desconocían, a situaciones para las que no estaban preparados y ante todo ello tendrían que recuperarse, quitarse el polvo del ropaje, limpiarse y curarse las heridas y levantarse otra vez para seguir adelante. No tenían miedo, no les asustaba el mundo exterior o al menos esa es la sensación que querían y pretendían dar a los demás, empacaron toda la ilusión, esperanza y anhelos que tenían y marcharon a la aventura.

Con el paso del tiempo muchos de ellos volverían a casa, algunos con el rabo entre las piernas y otros clamando el calor y consuelo de la unidad familiar, pero aquellos más aventurados seguirían adelante, sin importar los vaches que tenían que superar y las veces que tendrían que levantarse, estos si que eran unos auténticos valientes. Al igual que les pasó a sus compañeros, necesitaban a su familia y muchas veces pensaron en volver y dejar atrás cualquier atisbo de valentía que hubieran mostrado, pero se aferraron con fuerza a sus ilusiones, enjugaron sus lágrimas, respiraron hondo y se levantaron otra vez.

Moraleja: no importa lo duro que sea el camino o cuan duro sean los baches que te puedas encontrar, aferrate siempre a tus ilusiones y sigue adelante.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Oh soledad

¿Cuál es el sueño de cualquier joven actualmente? muy fácil: tener un trabajo y no vivir con sus padres. En estas semanas he tenido la oportunidad de conocer muchas historias de jovenes con los que comparto mi vida y con los que comparto ilusiones, y todas son dignas de mencionar.

Algunos de vosotros teneis trabajo, la mayoría con un sueldo que deja bastante de desear, pero se dice que mejor eso que nada o en el peor de los casos algún desaprensivo comenta "pues si tú no lo quieres hay 5 millones de parados que seguro que lo aceptan", lo que te hunde aún más la poca moral y ganas de trabajar que tenías. Dentro de lo que cabe, te da para vivir, pagar un alquiler o salir de vez en cuando a disfrutar de buena compañía de amigos que te ayudan a desconectar de esa rutina y poca alentadora realidad.

Hay otros muchos, entre lo que me encuentro, que aún vivimos con nuestros padres, no por decisión propia ni porque nosotros así lo queramos, sino porque es que lo toca en la realidad que vivimos, cuanto ante nos hagamos a la idea de que hasta los 35 nos tocará aún someternos a la tutela y techo de nuestros progenitores, mejor para nuestros anhelos porque sé cuan duro es querer algo y no conseguirlo, porque por mucho que pongas de tu parte, se escapa de tus manos.

Conozco un par de casos bastante similares aunque se encuentren a kilómetros de distancia: ambos tienen un trabajo y ambos viven de alquiler. Sueño cumplido, no? no dependen de sus padres ni de sus órdenes, pueden organizar su vida a cada momento como les plazca, disponen de dinero (relativamente) que les da libertad financiera, pero a todos y cada uno de ellos les falta algo, lo más importante y que apenas apreciamos: amigos. Claro que estos jovenes tienen amigos y muy buenos amigos con los que comparten todo y con los que han pasado muy buenos momentos y con los que tienen muy buenos recuerdos, pero están lejos. Hay muchas veces que intentamos suplir esa distancia llamando por teléfono, mandando correos, haciendo llamadas por skype, chateando e incluso en el mejor de los casos haciendo visitas esporádicas, pero siempre queda un pequeño reducto en nuestro corazón que os sigue echando de menos.

Yo os echo de menos a todos y cada uno de vosotros: a los que estais cerca y a los que estais lejos; a los que teneis trabajo y los que no, os apoyo en este duro trance porque he pasado por las dos situaciones y sobre todo a los que estais fuera de casa o aquellos que aún estais en casa, porque sé que todos tenemos anhelos y ganas de salir del nido o de volver de manera esporádica.

Esta entrada es para todos mis amigos:  los que están cerca y los que están lejos, a los que conozco desde hace tiempo y a los que acabo de conocer, porque todos teneis un sitio muy especial en mi corazón y cada día que pasa os echo un poquito de menos.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La cuenta atrás

Hoy puede ser la primera de muchas veces en las que escriba llena de ilusión, esperanza y anhelo, estoy llena de energía y de ganas, me siento optimista y llena de fuerzas renovadas.

Ya ha empezado Septiembre, un nuevo mes que deja atrás el verano y da casi paso al otoño, ¡añorada estación que me encanta!. He hecho balance de los meses que han pasado, de las experiencias que he vivido y he tomado nota de todo. En líneas generales me alegro de que al fin haya acabado el verano, al menos para mí, ya que ha sido digamos mejor para no recordar; muchas cosas han pasado, unas más positivas y otras más negativas, pero casi que estas últimas han tenido más peso e importancia que las primeras.

Comienza un nuevo mes que para muchos puede no significar nada, pero para mí lo significa TODO: nuevas metas, nuevos amigos, nuevas energías, nuevas aspiraciones, nuevos anhelos, nuevos lugares, nuevas personas y renovadas ganas de hacer cosas, ganas de dejar el pasado atrás y mirar para adelante con más fuerza que nunca, porque así es como actúa el Phoenix.

Gracias a todos aquellos que me habeis enseñado algo nuevo y gracias a todos los que me habeis enseñado algo más amargo, porque de todo se aprende y eso me hará mejor persona, ya no cometeré los mismos errores otra vez, o al menos lo intentaré con todas mis fuerzas.

Hoy me siento optimista y alegre, L.Rox ha vuelto.


domingo, 31 de julio de 2011

Cuando un amigo se va

Ayer perdí un amigo.

Sé que suena extraño pero es así, es la pura verdad y me gustaría contaros la historia, porque estoy convencida de que a alguno os ha pasado algo parecido.

Un día como otro cualquiera apareció de la nada; estaba dispuesto a escucharme, dispuesto a pasar horas conmigo haciendo nada, dispuesto a dar interminables y cansinos paseos sin saber cual era nuestro destino, dispuesto a estar horas hablando de temas triviales y no tan triviales, dispuesto a ir al fin del mundo conmigo sin importar el cuando ni el porqué, pero tal y como llegó ayer se fue. Era una amistad pura y sincera, como la de dos niños de recreo que por compartir el bocadillo son amigos para siempre, pero algo pasó que le hizo cambiar.

Como buena amiga, y me refiero a AMIGA con mayúsculas, yo lo dí todo por esa relación. El tiempo, que con el paso de los años te vas dando cuenta que es muy valioso, quería pasarlo a su lado, compartir con él mis inquietudes y anhelos, mis penas y alegrías, quería que formara parte de mi vida porque yo quería formar parte de la suya, pero en algún momento del camino lo perdí sin saber porqué.

Ahora me siento perdida, confusa, sorprendida, dolida y porque no decirlo decepcionada. Se fue sin decir adiós, sin dejar siquiera una nota de agradecimiento o de despedida.

La vida por si sola ya es dura, pero por suerte somos seres humanos y razonamos, nos gusta rodearnos de gente y compartir nuestros sentimientos con el resto de mortales. Sé que hay muchas razones por las que nos rodeamos de gente y mucho tipo de gente que nos rodea: hay que gente con la que nos gusta estar porque pasamos un rato muy agradable, gente con la que nos gusta estar porque nos hace desconectar de nuestros problemas y vaga existencia, gente con la que nos gusta estar por conveniencia, gente con la que nos gusta estar porque compartimos ideas concretas, gente con la que nos gusta estar porque únicamente necesitamos tener la compañía de alguien, pero la gente realmente importante es aquella con la que nos gusta estar porque nos completa, que nos hace sentir llenos, realizados y a gusto con nosotros mismos, son los llamados mejores amigos.

Los mejores amigos se pueden contar con los dedos de una mano y como bien leí el otro día, los mejores amigos están ahí siempre, en lo bueno y en lo malo, en la salud y la enfermedad, en las alegrías y las penas, para darte una palmadita en la espalda si lo necesitas o para ofrecerte su hombro si necesitas consuelo, para abrirte los ojos cuando estás demasiado ciego, para ser tu voz cuando no puedes articular palabra, para alentarte a ser mejor persona y sobre todo para que os tengais el uno al otro.

Yo ayer perdí a mi mejor amigo y un dolor intenso y cruel inundó mi pecho y encogió mi estómago. Aún me está costando muchas lágrimas hacer frente a este hecho, pero supongo que esta es otra de tantas etapas de la vida, lo que no quita que sea dolorosa y cruel.

¿Por qué lo he perdido? esa es la pregunta que no me deja dormir. Cada día que pasa repaso cada segundo de nuestra relación, cada palabra dicha y cada gesto hecho pero no consigó dar con el momento en el que el "quiero" pasó a ser "no quiero", ¡las palabras más duras jamás pronunciadas! porque hay veces que las palabras no son necesarias para herir de muerte el corazón de una persona. Valoro si quizá fui otra de tantas que pasan por su vida sin dejar más que un vago recuerdo, si fui solo una "amiga" con la que le convenia estar por las circunstancias del momento. Aquí estoy abriéndote mi corazón pidiéndote una explicación que alivie mi dolor, pero no me la quieres dar porque he dejado de ser importante para tí.

En estos momentos estoy haciendo frente a una dificil carga que se apoya en mis hombros, una pesada carga que llega quizás en el peor momento de mi vida que es cuando más te necesito, pero tú has decidido no estar ahí para compartirla conmigo. Por suerte aún tengo mejores amigos a los que no he perdido todavía y con los que puedo contar en estos duros momentos, porque aunque nos separe la maldita distancia, ellos si quieren estar ahí, porque al menos a ellos si les completo como personas o lo hago lo mejor que puedo.

Hoy mi corazón tiene un gran vacio que el tiempo irá sanando poco a poco, un dolor que irá pasando al olvido y que me ayudará a construir una nueva yo.

Escribo estas líneas especialmente para tí, pero sé que no las valorarás y que caerán en saco roto. Escribo entonces estas líneas para aquellos que sí las valoran y para aquellos que como yo alguna vez han perdido a su mejor amigo, como me ha pasado a mi.

martes, 19 de julio de 2011

Esperando a Godot

¿Qué es la vida? es lo que todos nos hemos preguntado alguna vez. Puede que para unos carezca de significado, puede que otros aún no lo hayan descubierto y puede que otros hayan alcanzado ya la plenitud de su vida y la estén disfrutando como desean o como les dejan. Yo... no estoy en ninguno de estos casos, yo sigo esperando, esperando a Godot.

Se ha hablado mucho de la crisis del cuarto de vida, cuando acabas una etapa y no sabes que hacer en la siguiente: estás desconcertado y perdido, buscas una mano amiga que se ofrezca generosa y desinteresada a ayudarte en esta tormenta de sentimientos y anhelos nuevos que nos inundan; pero hace no mucho tiempo he descubierto que no es esta la peor de las crisis ¿qué hay mas desalentador que esperar, esperar incansablemente a recibir una respuesta?

Tenemos una sola vida, un solo momento para actuar, un solo segundo para decir palabras que hieran o que animen, un solo corazón para que sea roto, un único anhelo por el que actuamos, un único interés por el que nos despertamos por las mañanas, y así puedo citar otro sin fin de momentos únicos que hacen que nuestra vida sea única e irrepetible. ¿Qué hacemos si no tenemos un anhelo, una ilusión un por qué por el que luchar día a día y por el que darlo todo? tendremos que buscarlo con ahínco, encontrarlo, agarrarlo con fuerza y no dejarlo escapar, pero ¿y si sale volando de entre nuestros brazos como un viento esquivo que quiere ser libre y conocer el mundo? perdemos las ganas, las esperanzas de recuperar lo perdido y la ilusión por seguir adelante.

Un sentimiento mohino se ha adueñado de Luna, pero un sol deslumbrante la oculta bajo una capa brillante y radiante de felicidad fingida. Luna sigue esperando, esperando a Godot.

Hermoso lugar, vámonos.
No podemos
¿por qué?
esperamos a Godot
es verdad, ¿estás seguro de que es aquí?
¿el qué?
donde hay que esperar [...]
¿qué quieres insunuar? ¿qué nos hemos equivocado de sitio?
ya tendría que estar aquí
no aseguró que viniera
¿y si no viene?
volveremos mañana
y después pasado mañana
quizás...
y así sucesivamente
es decir....
hasta que venga
¡eres inhumano!
                                       (Waiting for Godot, Samuel Beckett)

martes, 14 de junio de 2011

Hot & Cold

Así es como me siento: unas veces tengo frío y otras calor.

No hace mucho tiempo he tenido la oportunidad de hablar con varios amig@s a los que hace mil que no veia, lo que me ha alegrado mucho y me ha dado fuerzas para acabar la semana un poco más animada; lo que no me ha gustado tanto es descubrir que tanto ellos como yo no estamos pasando por una etapa muy buena: estamos llenos de indecisiones y dudas, de sentimientos complejos que nos quitan el sueño y no nos dejan dormir, de sensaciones que nos bloquean y nos anulan como amigos, en definitiva, no somos nosotros.

Dicen que "mal de muchos consuelo de tontos", pero creo que en nuestro caso esa regla no se aplica. Sé que estamos llenos de esperanzas, de sueños sin cumplir, tenemos ganas de volar lejos y alto, muy alto, pero estamos atados, atados por unas cadenas invisibles a las que llamamos miedo: miedo a lo desconocido, miedo a empezar de cero, miedo a dejar a tus seres queridos atras, miedo a equivocarnos. Yo sinceramente me creia más fuerte y más valiente, pero parece ser que no, duele enfrentarse a uno mismo y descubrirte.

Ahora estoy llena de dudas y de indecisiones, de sentimientos cruzados que nublan mi ser. En estos momentos en que más os necesito, no estais. Maldigo la distancia y maldigo la indecisión, maldigo la juventud que nos hace presa de nuestros miedos, pero sobre todo me maldigo a mi misma por ser cobarde.

miércoles, 1 de junio de 2011

Una derrota es una victoria

No sé si habreis escuchado esta expresión alguna vez: "bueno, ahora empieza una nueva etapa en tu vida". A mi me lo han repetido un par de veces, verdad blancaflor? y siempre me ha servido como período de reflexión, de pensar que supondría esa nueva etapa y que esperaba de ella, cuál debería ser mi actitud.

Hace mucho que no escuchaba esa expresión, por lo menos desde hace un año y la verdad es que ya la empiezo a echar de menos. Sé que soy una persona que pregunta quizás demasiado lo que debo o no debo hacer y que soy bastante veleta, hoy digo una cosa y en diez minutos digo otra, pero es que soy un poco indecisa, me cuesta decidirme porque supongo que en el fondo me da miedo equivocarme.

Ha pasado el tiempo y las expectativas que tenía de mi nueva etapa han desaparecido paulatinamente: no tengo ilusión ni me siento llena ni realizada, lo que ha hecho que desde hace un tiempo razonable no sea yo misma: no soy entretenida, ni risueña, ni activa, ni una buena amiga. Cierto que me ha costado meses darme cuenta de esto, pero me alegro de haber llegado a esta conclusión: esta no soy yo ni es lo que quiero, siempre tenemos en nuestra vida una epifanía (me encanta esta palabra! es lo más interesante que aprendí en las clases de literatura inglesa :p) que nos revela o nos haces darnos cuenta de lo que queremos.

Ahora me planteo muchas cosas: no sé si será lo correcto o no, si me equivocaré o no, pero quiero buscar mi felicidad, quiero decidir por mi misma y equivocarme y aprender si hace falta, porque más vale ser derrotada en una batalla que perder la guerra. Cierto que es más "comoda" la situación que tengo actualmente, pero quiero buscar algo que me llene y me inspire y dé fuerzas para levantarme todos los días. Tengo hambre y sed, necesito saciar mis ansias de superación.

He escuchado que el arte de la guerra es un libro estupendo, así que siguiendo el consejo de Garde, lo buscaré y lo leeré ahora que tengo más tiempo libre.

Ánimo y al toro L.Rox!

lunes, 30 de mayo de 2011

Spending my time, watching the days go by

Hay días que te levantas con el pie izquierdo, sin ganas de hacer nada y con ganas de ver a nadie. Hoy, es uno de esos días: sin ánimo, sin fuerzas, sin ganas, sin ilusión por hacer nada y sin un objetivo que perseguir, me siento vacia e inútil, como si alguien me hubiera puesto una pesada carga en el pecho que no me deja respirar con facilidad, alguien me ha puesto miles de voces en mi cabeza que me nublan el pensamiento y el razonamiento.

Quiero chillar, quiero llorar, quiero dejar que mi voz se escuche alto y fuerte, que retumbe y me haga temblar, que me sacuda con una buena bofetada y me despierte de este mal sueño; pero me siento tan pequeña, tan minúscula, tan perdida que no sé por donde salir, solo sé que doy vueltas en círculos y que no encuentro la salida ahí donde esté.

¿Alguien que me ayude? ¿una mano amiga que me quiera guiar? te necesito a tí, a tí que lees esto y que te emocionas con mis palabras, a tí que lees esto y te hace venir a buscarme, a tí que lees y que esto y te hace querer darme cariño sin importar el tiempo ni las palabras.

Te busco a tí que me escuchas con paciencia y aguantas mis cosas, te busco a tí que no te importa que te llame a las tantas de la mañana solo para saber que puedo contar contigo, te busco a tí que con tu inocencia me tiendes la mano suave y dulce de la juventud aún no madura, te busco a tí que me distraes con cosas nimias que me transportan a un tiempo mejor, te busco a tí que escondes la voz de la sabiduría; os busco a todos y a mí, porque en este laberinto grande y oscuro no encuentro una salida.

Spending my time, watching the days go by, I'm feeling so small staring the wall hoping that you are missing me too (Roxette)

jueves, 26 de mayo de 2011

Tengo la camisa negra

Es extraño ver como un día sin ton ni son las canciones que escuchas en la radio empiezan a tener significado. No me gustan las canciones en español, no me gusta mucho la música en español en general, son letras tontas que no tienen sentido y que siempre hablan de lo bonito que es el amor y tal y pascual; pero he descubierto últimamente que hay gente que no hace canciones tan ñoñas.

Me gusta escuchar la máxima fm, me da energía para levantar el ánimo y me dan ganas de bailar y hacer cosas, pero no en estas últimas semanas me decanto por kiss fm: ponen música de todo tipo, actual y más antigua y no comentan mucho, lo que me gusta bastante, porque no interrumpen ni las canciones ni mis pensamientos.

Anoche escuchaba "la camisa negra" y de repente la letra tuvo sentido para mí. Me sabía la letra de tantas veces que la ponen en la radio hasta la saciedad, pero hasta ayer no me paré a escucharla y a entenderla.

Hay veces que te sientes mal, triste, deprimido, desganado y con ganas de quedarte en casa y no ver a nadie; pero por circunstancias varias tienes que salir a la calle: ir a trabajar, a comprar, a la uni, a reuniones, al banco, a una entrevista...y ante todas estas personas tienes que mostrarte alegre y jovial, aunque tengas los ojos hinchados y el corazón partío. Tienes unos días apáticos en los que quieres estar sol@ pero no puedes, tienes que seguir con tu vida y tu rutina, tienes que ponerte una máscara de felicidad y devoción y salir a la calle.

Tengo la camisa negra, porque negra tengo el alma.

Esa es la frase que más me gusta de todas y la que me ha hecho entender la canción: puede que por dentro estés hecho una mierda, hecho pedazos y llorando de dolor, pero el mundo no lo puede ver; ¿cómo conciliar entonces tus sentimientos con tu estado de ánimo? poniéndote una camisa negra porque hoy tu amor está de luto como dice Juanes.

Mi camisa negra está lavándose y mi madre no viene hasta el lunes, así que no hay modo de que me la pueda poner: En cambio esta semana visto de rosa: camisa rosa pálido, una camiseta con cuello barco rosa chicle y unas largas y rosas uñas que hacen juego con mis atuendos, pero no con mi alma. Una manera cínica de conciliar mis sentimientos con mi ser.

Yo quedé moribundo y lleno de dolor
respiré de ese humo amargo de tu adiós
y desde que tu te fuiste, yo tengo la camisa negra (Juanes)

 

viernes, 20 de mayo de 2011

De mayor quiero ser...

Cuando eres pequeño es la pregunta que más te hacen a lo largo de tu vida. Yo he querido ser pediatra, luego periodista y luego.... aún sigo sin saberlo. Me gustan mucho los idiomas, la gente y viajar, por eso estudié Filología y Turismo; aunque lo que de verdad me hubiera gustado estudiar es Filosofía.

Pero siendo realistas y objetivos ¿para qué me serviría cualquiera de estas tres? está casi demostrado que para nada, porque una de ellas se puede suplir con una escuela de idiomas, la otra con modulos superiores y la última básicamente no sirve para nada, a no ser que tu objetivo en la vida sea pasar hambre.

Todavía sigo pensando qué quiero ser de mayor, porque según puedo corroborar día tras día, mi preparación no es la que se demanda actualmente, tengo muchas carencias aunque otros muchos conocimientos que no me hacen diferente del resto.

Hoy, he descubierto lo que quiero ser de mayor, aunque solo sea por un día: operaria de obras de carretera. Te enfundas un chaleco reflectante amarillo, una luz o una señal de stop, o únicamente haces gestos con las manos ¡y tienes el mundo a tus pies! la gente te obedece a raja tabla, no cuestiona tus indicaciones y es paciente sin quejarse (la mayoría de los casos).

Mientras tanto, seguiré buscando incansable mi sino.

lunes, 16 de mayo de 2011

La vida es como una caja de bombones

"La vida es como una caja de bombones" como decía Forrest Gump (que pusieron ayer a medió día por decimo quinta vez en la televisión, pero esta vez en la primera y sin publicidad).


Pero ¿qué quería decir con eso exactamente? todos sabemos que los bombones están ricos (para aquellos que les guste el chocolate claro) y que en una caja pueden venir de distintos sabores, unos que te parecen más ricos, otros menos, pero al final te los comes todos más tarde o más temprano. Y cuando te los comes ¿qué pasa con esa felicidad que te daba el chocolate? se desvanece, te deja con unos palué entre los dientes y con suerte con algún churrete por la comisura los labios, pero al final, el dulce se acabó y la caja queda vacía.

Me pregunto entonces ¿para qué sirve una caja de bombones? te da una felicidad instantánea que te llega de alegría y te sacia el apetito, pero al final, siempre se acaba, se acaba la alegría y la dulzura.

Mi vida es ahora una caja de bombones más bien vacia: me dío una gran alegría el recibirla, hubo algunos bombones que probé que no me gustaron para nada, otros que me sorprendieron gratamente, otros no tanto, pero ya veo el fondo de la caja y no sé que hacer... ¿compró otra caja? ¿espero que me regalen otro? ¿compro otro tipo de dulce? por ahora voy a esperar a decidir y valorar cuanto me gustan los bombones.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Shame on you, shame on me

Es interesante conocer a la gente y descubrir como con el paso de los años la gente cambia, unas veces para mejor y otras para peor, pero en cualquiera de los casos la sopresa está ahí.

Normalmente no me gustan los cambios, me gustan que las cosas estén organizadas y que cada cosa tenga una forma y color, que tenga su sitio en el mundo y que no altere mi mundo sobre todo. Si ha de haber un cambio, que sea paulatino o que me deje un tiempo para acostumbrarme, necesito mi tiempo y mi espacio, necesito organizar mis ideas y mis sentimientos, necesito tener mi mundo organizado. A veces estos cambios no te avisan, te pillan de sopetón y te trastornan: te quitan el hambre, el sueño y te desconciertan, no das pie con bola porque de repente has pasado de un mundo a otro, de ser de día a ser de noche sin previo aviso.

Shame on me? shame on you? quizás un poco de cada, no? siempre se dice que las peleas es porque dos discuten o que el sexo es mejor si hay dos, pues supongo que en esto también: puede que sea culpa mía porque soy demasiado organizada, demasiado perfeccionista y quizás a veces demasiado rara para la gente que cambia de rumbo, de opinión y de gusto más a la ligera, se adaptan al cambio rápidamente, yo no. Quizás sea culpa tuya porque no respetas mi mundo o porque aún no me conoces tanto como yo creía.

Shame on me si no me conoces porque no te he dado aún la oportunidad.
Shame on you si es que me conoces.

Como siempre dijo alguien por ahí: la última palabra la tengo yo.

viernes, 29 de abril de 2011

Un coche perdido

Los que me conocen saben que soy muy tranquila, no me gusta expresar mi opinión acerca de las cosas a la ligera porque soy bastante mia y por eso a veces parece que soy muy pasiva y no me implico en las conversaciones, pero es que no me gusta abrirme tan ligeramente a la gente, necesito mi tiempo y conocer un poco a la otra persona para formarme mi opinión y valorar si me aporta algo o no.

He conocido a gente estupenda y gente no tan estupenda, pero de todos me gusta aprender algo, averiguar cómo es la gente y hasta que punto son capaces de llegar, saber qué es lo que valoran y lo que no, porque eso me ayuda a conocerme a mi misma y a crecer como persona, apreciar mis valores y saber exactamente lo que no quiero ser.

Hace cosa de 6 meses que tengo una estrecha relación con un vendedor de cupones, es muy majo aunque un poco desorganizado; sabe lo qué quiere pero lo que es la comunicación no es su punto fuerte, falla bastante. Me gusta este vendedor porque es muy noble y cercano, te hace sentir a gusto, como si estuvieras con un familiar lejano de toda la vida al que le puedes contar lo que te haga falta y que te cuenta su vida si encarta. Me gusta este vendedor y cada día aprendo un poco más de qué pie cojea y cómo le debo tratar, aunque aún no tengo mucha confianza, creo que algún día podré contarle más cosas y hablar más francamente y dar mi opinión humilde respecto a temas que ambos consideramos interesantes.

Por otro lado, hace también más o menos el mismo tiempo que me encontré un coche perdido. La verdad es que la primera impresión que me dió no fue muy buena, pero no me suelo dejar guiar por las primeras opiniones y me gusta dar una oportunidad a todo para conocerlos y valorar si realmente me equivoqué o no. Han pasado ya unos cuantos meses, y debo confirmar que mi primera impresión no fue errónea en absoluto.

Debo decir que no me gusta las confianzas de primera mano (algo muy extendido por estas tierras béticas en las que resido) ni el desorden. Soy una persona muy organizada (incluso demasiado meticulosa y perfeccionista) y por lo general limpia, me gusta que cada cosa esté en su sitio y en su sitio cada cosa, charlar de temas sin transcendencia y la humildad, eso sobre todo. No me considero mejor que nadie, pero tampoco creo que nadie sea mejor que yo y que me tengan que pisotear. Este coche, va en contra de todos mis idelales y mis valores: es sucio, metomentodo, criticón, bastante creído y demasiado "franco" hasta tal punto que llega a ser grosero, otro aspecto que no me gusta para nada, no creo que para expresar tu desacuerdo con algo debas usar vocabulario rudo, soez, malsonante o gestos demasiado gráficos.

¿Qué quiero decir con todo esto? que me gusta ayudar a la gente y por eso he decidido comprar un cupón algún día que otro, normalmente los viernes que el premio es mayor, pero en lo que se refiere a coches... prefiero mirar otro modelo y dar a este un poco la espalda.

                                                                                  Una compradora de cupones

martes, 26 de abril de 2011

Cuando vale tudo

"los luchadores podían usar cualquier arte marcial o deporte de contacto, ya que las reglas permiten casi cualquier técnica. Los combates se podían ganar por KO o por abandono"

Así es como siento yo mi existencia desde hace un mesecillo mal contado, que vale tudo.

Estoy muy contenta porque me han renovado y hasta octubre no tengo que preocuparme por saber que pasará con mi futuro, pero a la misma vez ese futuro incierto me inquieta y me desestabiliza, me da una seguridad relativa puesto que a la misma vez me hace tambalear. Ahora tengo en mente otro tipo de preocupaciones que no dejan de merodear por mi cabecita pelona: qué hago con mi futuro? me sigo formando en este campo? amplio mis miras? todo es una pregunta sin respuesta que vaga día y noche el eco de mis pensamientos.

La "estabilidad" financiera está bien, sobre todo si sabes sacar un alto rendimiento a tus ingresos, como es mi caso (a cambio de sacrificar algunas inquietudes y anhelos), pero también es como un hijo tonto al que tienes que cuidar, mantener y "vestir" durante un largo tiempo.

Llevo esperando a este hijo tonto ya hace un mes, y parece que la espera aún va a ser larga y con muchos quebraderos de cabeza: qué te compro, en que guardería te dejo, cúal es la mejor forma de protegerte....y ya ha llegado el momento en el que debo ganar, por KO o por abandono; pero cómo voy a dejar en la estancada al hijo tonto que me va a dar (espero) un nuevo modo de vida y me abrirá la puerta a la edad adulta? ya solo me queda elegir el nombre, que es quizás la parte más difícil.

martes, 1 de marzo de 2011

El precio de la felicidad

¿Por qué tengo que trabajar?
Es lo primero que pensaría cualquier mindundi de la generación ni-ni o cualquiera que esté más a gusto tumbado al sol a la bartola con el agua fresquita del mar acariciando sus pies.

Pero la pregunta sigue siendo la misma incluso para mí que soy una currante cualquiera: ¿por qué tengo que trabajar?

La respuesta es muy fácil y muy sencilla: porque quiero tener indepencia. No quiero oir más: mientras estés en esta casa se hará lo que yo digo, cuando tengas tu casa harás lo que te de la gana, mi coche no es para que tú salgas de fiesta con tus colegas y un largo etcétera que la mayoría conocemos de sobra y de memoria. El objetivo que cualquiera de nosotros persigue es abrir las alas y salir volando lejos, muy lejos, volar hasta un lugar en el que no podamos escuchar esas palabras que algún día no serán más que un vago recuerdo de nuestra juventud.

Hay ocasiones en las que la independencia se hace de rogar, se resiste y nos ata fuerte al nido; por mucho que lo intentemos con todas nuestras fuerzas, no podemos hacer que el tiempo pase más rápido, que el dinero se múltiplique como los panes y los peces (ojalá!) ni se puede cebar más al pobre cerdito sonrosado que alberga nuestros sueños de libertad.

Hoy para mi es un día como otro cualquiera: no tengo nada que me haga sentir libre. Cada dia que pasa mis sueños se alejan un poco más, cada día se me escapan de entre mis manos y no hay nada que pueda hacer; no puedo querelos con más fuerza, ni poner más ahinco en lo que hago. Solo me queda soñar, soñar con Morgan, porque al menos el soñar no tiene precio.

jueves, 17 de febrero de 2011

El día que nació un tonto

Yuu es un poco mayor que Miki. A él le gusta estar con sus amigos, salir de vez en cuando, los videojuegos, viajar, hacer rabiar a Miki y estar con ella, aparentemente es un tipo de lo más normal, pero hay un pequeño problema y es que es tonto.

Miki es una chica sensible, risueña, despistada, amiga de sus amigos, apasionada, a veces incluso demasiado, y a la que le gusta pasar tiempo con Yuu, pero ella también tiene un pequeño problema: la soledad. No es que ella esté sola porque quiere o es que no tenga amigos, que los tiene y muy buenos, pero están lejos o están ocupados para quedar con ella a salir a dar una vuelta.

Normalmente Yuu y Miki quedan todas las semanas, dan un paseo cogidos de la mano y se tiran largas horas hablando. Yuu piensa que eso es suficiente porque puede estar con ella y ver su preciosa sonrisa siempre que quiera, pero para Miki eso no es suficiente; la situación se ha convertido en algo monótono, lo que sumado a que siempre está sola agrava aún más la situación y su pasión. A fin de dejar de pensar y dar vueltas estúpidas a la cabeza, Miki se ha comprado una perrita muy linda, Ela, a la que saca todos los días a pasear por el parque. Ela es muy graciosa, ¡tan pequeña y mullida! es un amor pero la pobre no da mucha conversación, solo la mira con esa carita sonriente y con la cabeza ladeada con gesto de "no te entiendo pero aquí estoy".

Como cualquier otro día Yuu y Miki salen a dar un monótono paseo. Hace frío, por lo que Miki coge a Yuu por el brazo esperando que él se de cuenta que hace frío y que quiere que vayan a algún sitio, pero Yuu ni se da por aludido. Para salir de la rutina y abandonar un poco esa monotonía, Miki le propone a Yuu que vayan a cenar algo, ella invita claro, pues está trabajando muy duro para tener dinero y poder ir con él a muchos sitios en los que nunca ha estado y que quiere descubrir con él. Yuu contesta "lo siento Miki, pero prefiero cenar en casa". "¡¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!" piensa Miki muy disgustada, "trabajo todos los días muy duro y ahorro todo lo que puedo para estar contigo, para ir contigo a sitios que aún no he visto y quiero ver, para degustar sabores que nunca he probado o que no tomo normalmente, ¡¿ y tu respuesta es esa?!", Miki se suma en la tristeza y se sumerge en sus pensamientos mientras agarra del brazo a Yuu.

Tras un largo e interminable paseo Yuu se va a casa, dejando así desconsolada y nuevamente sola a Miki, ella ni se lo puede creer: "otra vez sola" piensa para sí. Decide no tomar nada de cena como castigándose por no haber dicho lo que realmente sentía, pero a la vez piensa para si "¿para qué decirle lo que siento? se lo he dicho un millón de veces y su respuesta es siempre la misma, la misma desconsoladora respuesta ' Miki, yo no puedo hacer nada, pero tú si, búscate cosas que hacer' ". Finalmente se duerme entre sollozos con un único pensamiento en mente "Yuu eres idiota, es a tí al único que quiero a mi lado"

Miki Koishikawa & Yuu Matsura;
Marmalade boy                                                                                                

jueves, 10 de febrero de 2011

y se hizo ric@!!

Qué es lo que mueve el mundo? una respuesta muy fácil con una respuesta muy sencilla: el dinero, lo puedes decir en el idioma que quieras, más alto o en voz baja pero la respuesta va a ser la misma. Es un hecho que quizás es muy triste pero del que tenemos que ser conscientes, y cuanto antes mejor.

Muchos se han jactado de la ignorancia de los pobres ilusos que quieren hacerse ricos al instante, vendiendo libros milagrosos en los que te revelan la clave del exito, dando conferencias o llamando de puerta en puerta ofreciendo un invento revolucionario que cambiará su vida, pero todo eso no son más que tonterias y maneras fáciles y baratas de embaucar a la gente.

Generalmente soy muy impulsiva y me emociono mucho con las cosas, luego las pienso friamente y reflexiono.

Me gustaría comentar un caso que me ha pasado recientemente. Por motivos que no vienen al caso, estoy haciendo una campaña publicitaria, campo en el que no me considero estar preparada ni del que disponga de los útiles necesarios para llevar a cabo dicha tarea, pero asi es la demanda. A pesar de que no me gusta la tarea, la llevo a cabo de la manera más eficiente posible con los medios que cuento; sin embargo y gracias a ella estoy aprendiendo mucho de mi entorno. Además, debo mencionar que me estoy leyendo un libro que al principio me impactó mucho, pero que tras reflexionar con la almohada y la carretera me ha sorprendido incluso más.

Mis hallazgos más impactantes han sido:

no importa lo bueno o malo que seas en tu trabajo, sino el poder de convicción que tengas

dirigete a gente menos cultivada que tú, asi será más fácil embaucarlos

No critico con esto a las profesiones que basan su sustento en esta filosofía, sino que les hago una reverencia. Yo no tengo esa valentía para vender algo que no le hace falta a la gente, para vender algo que no es del todo fiable o para convencer a cualquiera de que lo mio es mejor, no valgo para eso y listo, seré demasiado estúpida o demasiado legal.

Os recuerdo que nadie se hace rico de la noche a la mañana, que para eso hace falta mucho esfuerzo y sacrificio, lo que solo se consigue con ganas y dedicación; os recomiendo leer entonces un libro que me ha gustado bastante y que se puede aplicar a cualquier aspecto de la vida "who moved my cheese" o "dónde está mi queso".

viernes, 4 de febrero de 2011

el lobo es un lobo para el hombre

Empecemos porque los lobos no me dan miedo, pero los respeto. Viven en manadas y son grupos bastante cerrados y recelosos de si mismos.

Pongamos el caso de que yo soy una cachorrita que se acaba de incorporar a la manada, aún no sé muy bien por donde tengo que ir y estoy un poco perdida, hago las cositas rutinarias pasito a pasito, sin prisa y aprendiendo de mis errores. Vivo con el resto de mi manada, algunos más experimentados que otros que me enseñan o lo intentan hacer lo mejor posible.

Ayer sali por primera vez de mi hogar; pequeño, donde me siento segura y calentita, a veces me peleo con los otros cachorros, pero todo acaba bien ^^ Pues bien, ayer mi lider me dijo que tenia que salir, que ya tenia edad para hacerlo y que podia hacelo, yo no estaba muy segura pero ¿como iba a desobedecer? al fin y al cabo es el que nos da de comer.... al principio fue bien, iba tranquilamente mirando el paisaje, conociendo nuevos lugares y acostumbrandome al tacto del suelo en mis patitas aún esponjosas. Crei que todo iba muy bien, incluso pensé "ah, pero si esto no es tan dificil; con un poco de practica todos los dias veras como me acostumbro". Volví sana y salva, sin que nada me pasara.

Hoy me desperté de nuevo y pensé "hoy puedo probar a salir otra vez a dar un paseo, asi le demuestro a mi lider que buena y obediente soy". Hacia un poco de frio, pero le puse ganas y me animé a salir. El suelo hoy estaba un poco mojado y no me agradó mucho, pero aún así segui caminando despacito, pasito a pasito. A pocos metros de mi guarida, me encontré otro lobezno, o al menos eso creía yo. Me enseñó los dientes y marcó su territorio y yo muy asustada volví corriendo a mi guarida. Le conté a mi lider que me habia pasado y el me intentó tranquilizar con estas palabras "no te preocupes cachorra, tal como ese lobezno hay muchos más por ahi. No sabrán mucho más del bosque que tú, pero ya se creen que es todo suyo. Tú no te asustes cachorra, si te los encuentras otra vez no les haga caso, date la vuelta y sigue por otro camino".

No me tranquiliazaron mucho sus palabras, pero pensé "bueno es el lider por algo" pero al mismo tiempo un pensamiento rondaba mi cabeza "los líderes lo son hasta que llega otro mejor que les gana en una pelea".

Aún estoy un poco confusa, pero después de haberme recostado un ratito en mi guarida calentita y segura, intentaré salir otra vez a dar una vuelta, solo espero no encontrarme ningún otro lobezno.

jueves, 3 de febrero de 2011

porque yo no nací sabiendo

¿por qué me haré yo un blog a estas alturas de la vida?
como si no tuviera ya suficientes cosas que hacer y en las que pensar! pero al igual que todos necesito... dinero, claro :p pero sobre todo poder "decir en voz alta" lo que pasa por mi cabeza.

Sé que hay muchas cosas que no sé y que me gustaría saber, cosas que me gustaría hacer y que aún no he hecho, cosas que simplemente están ahí y las desconozco.

¿Mi propósito para este año nuevo? un poco tarde quizás, aprender una cosa nueva cada día, no sentir que pierdo el tiempo en este ser porque "el saber no ocupa lugar", en todo caso dejamos de recordar cosas que nos eran inútiles.

¡Carpe diem!