viernes, 29 de abril de 2011

Un coche perdido

Los que me conocen saben que soy muy tranquila, no me gusta expresar mi opinión acerca de las cosas a la ligera porque soy bastante mia y por eso a veces parece que soy muy pasiva y no me implico en las conversaciones, pero es que no me gusta abrirme tan ligeramente a la gente, necesito mi tiempo y conocer un poco a la otra persona para formarme mi opinión y valorar si me aporta algo o no.

He conocido a gente estupenda y gente no tan estupenda, pero de todos me gusta aprender algo, averiguar cómo es la gente y hasta que punto son capaces de llegar, saber qué es lo que valoran y lo que no, porque eso me ayuda a conocerme a mi misma y a crecer como persona, apreciar mis valores y saber exactamente lo que no quiero ser.

Hace cosa de 6 meses que tengo una estrecha relación con un vendedor de cupones, es muy majo aunque un poco desorganizado; sabe lo qué quiere pero lo que es la comunicación no es su punto fuerte, falla bastante. Me gusta este vendedor porque es muy noble y cercano, te hace sentir a gusto, como si estuvieras con un familiar lejano de toda la vida al que le puedes contar lo que te haga falta y que te cuenta su vida si encarta. Me gusta este vendedor y cada día aprendo un poco más de qué pie cojea y cómo le debo tratar, aunque aún no tengo mucha confianza, creo que algún día podré contarle más cosas y hablar más francamente y dar mi opinión humilde respecto a temas que ambos consideramos interesantes.

Por otro lado, hace también más o menos el mismo tiempo que me encontré un coche perdido. La verdad es que la primera impresión que me dió no fue muy buena, pero no me suelo dejar guiar por las primeras opiniones y me gusta dar una oportunidad a todo para conocerlos y valorar si realmente me equivoqué o no. Han pasado ya unos cuantos meses, y debo confirmar que mi primera impresión no fue errónea en absoluto.

Debo decir que no me gusta las confianzas de primera mano (algo muy extendido por estas tierras béticas en las que resido) ni el desorden. Soy una persona muy organizada (incluso demasiado meticulosa y perfeccionista) y por lo general limpia, me gusta que cada cosa esté en su sitio y en su sitio cada cosa, charlar de temas sin transcendencia y la humildad, eso sobre todo. No me considero mejor que nadie, pero tampoco creo que nadie sea mejor que yo y que me tengan que pisotear. Este coche, va en contra de todos mis idelales y mis valores: es sucio, metomentodo, criticón, bastante creído y demasiado "franco" hasta tal punto que llega a ser grosero, otro aspecto que no me gusta para nada, no creo que para expresar tu desacuerdo con algo debas usar vocabulario rudo, soez, malsonante o gestos demasiado gráficos.

¿Qué quiero decir con todo esto? que me gusta ayudar a la gente y por eso he decidido comprar un cupón algún día que otro, normalmente los viernes que el premio es mayor, pero en lo que se refiere a coches... prefiero mirar otro modelo y dar a este un poco la espalda.

                                                                                  Una compradora de cupones

martes, 26 de abril de 2011

Cuando vale tudo

"los luchadores podían usar cualquier arte marcial o deporte de contacto, ya que las reglas permiten casi cualquier técnica. Los combates se podían ganar por KO o por abandono"

Así es como siento yo mi existencia desde hace un mesecillo mal contado, que vale tudo.

Estoy muy contenta porque me han renovado y hasta octubre no tengo que preocuparme por saber que pasará con mi futuro, pero a la misma vez ese futuro incierto me inquieta y me desestabiliza, me da una seguridad relativa puesto que a la misma vez me hace tambalear. Ahora tengo en mente otro tipo de preocupaciones que no dejan de merodear por mi cabecita pelona: qué hago con mi futuro? me sigo formando en este campo? amplio mis miras? todo es una pregunta sin respuesta que vaga día y noche el eco de mis pensamientos.

La "estabilidad" financiera está bien, sobre todo si sabes sacar un alto rendimiento a tus ingresos, como es mi caso (a cambio de sacrificar algunas inquietudes y anhelos), pero también es como un hijo tonto al que tienes que cuidar, mantener y "vestir" durante un largo tiempo.

Llevo esperando a este hijo tonto ya hace un mes, y parece que la espera aún va a ser larga y con muchos quebraderos de cabeza: qué te compro, en que guardería te dejo, cúal es la mejor forma de protegerte....y ya ha llegado el momento en el que debo ganar, por KO o por abandono; pero cómo voy a dejar en la estancada al hijo tonto que me va a dar (espero) un nuevo modo de vida y me abrirá la puerta a la edad adulta? ya solo me queda elegir el nombre, que es quizás la parte más difícil.