lunes, 30 de mayo de 2011

Spending my time, watching the days go by

Hay días que te levantas con el pie izquierdo, sin ganas de hacer nada y con ganas de ver a nadie. Hoy, es uno de esos días: sin ánimo, sin fuerzas, sin ganas, sin ilusión por hacer nada y sin un objetivo que perseguir, me siento vacia e inútil, como si alguien me hubiera puesto una pesada carga en el pecho que no me deja respirar con facilidad, alguien me ha puesto miles de voces en mi cabeza que me nublan el pensamiento y el razonamiento.

Quiero chillar, quiero llorar, quiero dejar que mi voz se escuche alto y fuerte, que retumbe y me haga temblar, que me sacuda con una buena bofetada y me despierte de este mal sueño; pero me siento tan pequeña, tan minúscula, tan perdida que no sé por donde salir, solo sé que doy vueltas en círculos y que no encuentro la salida ahí donde esté.

¿Alguien que me ayude? ¿una mano amiga que me quiera guiar? te necesito a tí, a tí que lees esto y que te emocionas con mis palabras, a tí que lees esto y te hace venir a buscarme, a tí que lees y que esto y te hace querer darme cariño sin importar el tiempo ni las palabras.

Te busco a tí que me escuchas con paciencia y aguantas mis cosas, te busco a tí que no te importa que te llame a las tantas de la mañana solo para saber que puedo contar contigo, te busco a tí que con tu inocencia me tiendes la mano suave y dulce de la juventud aún no madura, te busco a tí que me distraes con cosas nimias que me transportan a un tiempo mejor, te busco a tí que escondes la voz de la sabiduría; os busco a todos y a mí, porque en este laberinto grande y oscuro no encuentro una salida.

Spending my time, watching the days go by, I'm feeling so small staring the wall hoping that you are missing me too (Roxette)

jueves, 26 de mayo de 2011

Tengo la camisa negra

Es extraño ver como un día sin ton ni son las canciones que escuchas en la radio empiezan a tener significado. No me gustan las canciones en español, no me gusta mucho la música en español en general, son letras tontas que no tienen sentido y que siempre hablan de lo bonito que es el amor y tal y pascual; pero he descubierto últimamente que hay gente que no hace canciones tan ñoñas.

Me gusta escuchar la máxima fm, me da energía para levantar el ánimo y me dan ganas de bailar y hacer cosas, pero no en estas últimas semanas me decanto por kiss fm: ponen música de todo tipo, actual y más antigua y no comentan mucho, lo que me gusta bastante, porque no interrumpen ni las canciones ni mis pensamientos.

Anoche escuchaba "la camisa negra" y de repente la letra tuvo sentido para mí. Me sabía la letra de tantas veces que la ponen en la radio hasta la saciedad, pero hasta ayer no me paré a escucharla y a entenderla.

Hay veces que te sientes mal, triste, deprimido, desganado y con ganas de quedarte en casa y no ver a nadie; pero por circunstancias varias tienes que salir a la calle: ir a trabajar, a comprar, a la uni, a reuniones, al banco, a una entrevista...y ante todas estas personas tienes que mostrarte alegre y jovial, aunque tengas los ojos hinchados y el corazón partío. Tienes unos días apáticos en los que quieres estar sol@ pero no puedes, tienes que seguir con tu vida y tu rutina, tienes que ponerte una máscara de felicidad y devoción y salir a la calle.

Tengo la camisa negra, porque negra tengo el alma.

Esa es la frase que más me gusta de todas y la que me ha hecho entender la canción: puede que por dentro estés hecho una mierda, hecho pedazos y llorando de dolor, pero el mundo no lo puede ver; ¿cómo conciliar entonces tus sentimientos con tu estado de ánimo? poniéndote una camisa negra porque hoy tu amor está de luto como dice Juanes.

Mi camisa negra está lavándose y mi madre no viene hasta el lunes, así que no hay modo de que me la pueda poner: En cambio esta semana visto de rosa: camisa rosa pálido, una camiseta con cuello barco rosa chicle y unas largas y rosas uñas que hacen juego con mis atuendos, pero no con mi alma. Una manera cínica de conciliar mis sentimientos con mi ser.

Yo quedé moribundo y lleno de dolor
respiré de ese humo amargo de tu adiós
y desde que tu te fuiste, yo tengo la camisa negra (Juanes)

 

viernes, 20 de mayo de 2011

De mayor quiero ser...

Cuando eres pequeño es la pregunta que más te hacen a lo largo de tu vida. Yo he querido ser pediatra, luego periodista y luego.... aún sigo sin saberlo. Me gustan mucho los idiomas, la gente y viajar, por eso estudié Filología y Turismo; aunque lo que de verdad me hubiera gustado estudiar es Filosofía.

Pero siendo realistas y objetivos ¿para qué me serviría cualquiera de estas tres? está casi demostrado que para nada, porque una de ellas se puede suplir con una escuela de idiomas, la otra con modulos superiores y la última básicamente no sirve para nada, a no ser que tu objetivo en la vida sea pasar hambre.

Todavía sigo pensando qué quiero ser de mayor, porque según puedo corroborar día tras día, mi preparación no es la que se demanda actualmente, tengo muchas carencias aunque otros muchos conocimientos que no me hacen diferente del resto.

Hoy, he descubierto lo que quiero ser de mayor, aunque solo sea por un día: operaria de obras de carretera. Te enfundas un chaleco reflectante amarillo, una luz o una señal de stop, o únicamente haces gestos con las manos ¡y tienes el mundo a tus pies! la gente te obedece a raja tabla, no cuestiona tus indicaciones y es paciente sin quejarse (la mayoría de los casos).

Mientras tanto, seguiré buscando incansable mi sino.

lunes, 16 de mayo de 2011

La vida es como una caja de bombones

"La vida es como una caja de bombones" como decía Forrest Gump (que pusieron ayer a medió día por decimo quinta vez en la televisión, pero esta vez en la primera y sin publicidad).


Pero ¿qué quería decir con eso exactamente? todos sabemos que los bombones están ricos (para aquellos que les guste el chocolate claro) y que en una caja pueden venir de distintos sabores, unos que te parecen más ricos, otros menos, pero al final te los comes todos más tarde o más temprano. Y cuando te los comes ¿qué pasa con esa felicidad que te daba el chocolate? se desvanece, te deja con unos palué entre los dientes y con suerte con algún churrete por la comisura los labios, pero al final, el dulce se acabó y la caja queda vacía.

Me pregunto entonces ¿para qué sirve una caja de bombones? te da una felicidad instantánea que te llega de alegría y te sacia el apetito, pero al final, siempre se acaba, se acaba la alegría y la dulzura.

Mi vida es ahora una caja de bombones más bien vacia: me dío una gran alegría el recibirla, hubo algunos bombones que probé que no me gustaron para nada, otros que me sorprendieron gratamente, otros no tanto, pero ya veo el fondo de la caja y no sé que hacer... ¿compró otra caja? ¿espero que me regalen otro? ¿compro otro tipo de dulce? por ahora voy a esperar a decidir y valorar cuanto me gustan los bombones.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Shame on you, shame on me

Es interesante conocer a la gente y descubrir como con el paso de los años la gente cambia, unas veces para mejor y otras para peor, pero en cualquiera de los casos la sopresa está ahí.

Normalmente no me gustan los cambios, me gustan que las cosas estén organizadas y que cada cosa tenga una forma y color, que tenga su sitio en el mundo y que no altere mi mundo sobre todo. Si ha de haber un cambio, que sea paulatino o que me deje un tiempo para acostumbrarme, necesito mi tiempo y mi espacio, necesito organizar mis ideas y mis sentimientos, necesito tener mi mundo organizado. A veces estos cambios no te avisan, te pillan de sopetón y te trastornan: te quitan el hambre, el sueño y te desconciertan, no das pie con bola porque de repente has pasado de un mundo a otro, de ser de día a ser de noche sin previo aviso.

Shame on me? shame on you? quizás un poco de cada, no? siempre se dice que las peleas es porque dos discuten o que el sexo es mejor si hay dos, pues supongo que en esto también: puede que sea culpa mía porque soy demasiado organizada, demasiado perfeccionista y quizás a veces demasiado rara para la gente que cambia de rumbo, de opinión y de gusto más a la ligera, se adaptan al cambio rápidamente, yo no. Quizás sea culpa tuya porque no respetas mi mundo o porque aún no me conoces tanto como yo creía.

Shame on me si no me conoces porque no te he dado aún la oportunidad.
Shame on you si es que me conoces.

Como siempre dijo alguien por ahí: la última palabra la tengo yo.